Los problemas de convivencia en pareja se pueden mejorar y solucionar. Lo importante es tomar conciencia de la situación de conflicto que estáis atravesando y adoptar una actitud abierta a la autocrítica y la búsqueda de soluciones.
En este artículo es lo que vamos a hacer. Te vamos a invitar a analizar los problemas y disputas que estás viviendo con tu pareja para que no acaben en una crisis mayor.
Si consideras que ya estáis en un punto crítico porque los problemas y discusiones se suceden constantemente, este artículo también es para ti.
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Los Problemas de Convivencia en Pareja más Habituales
Aunque cada relación es un mundo y en cuestiones que afectan a la psicología de pareja no conviene generalizar, lo cierto es que existen una serie de problemas de pareja que ocurren con bastante frecuencia cuando dos personas conviven.
A continuación, vamos a enumerarlos. Es posible que te sientas identificado con alguno de ellos. No obstante, también puede suceder que no veas reflejado tu problema. Si es tu caso, no te preocupes. Nuestras psicólogas de pareja estarán encantadas de escucharte y prestarte su ayuda profesional. Además, como ya te hemos dicho anteriormente, la primera sesión es completamente gratis y sin compromiso de sesiones posteriores.
Discusiones incesantes
Este es el rasgo más típico de una pareja que ha entrado en un bucle de conflictividad que afecta a su convivencia.
Aunque las discusiones son inevitables cuando convives con alguien, si se convierten en la tónica dominante de vuestro día a día ha llegado el momento de hacer una pausa, analizar la situación y buscar soluciones.
Evitáis hablar el uno con el otro
En el polo opuesto de las discusiones incesantes, o como consecuencia de esta situación, hay parejas que, a pesar de convivir, prefieren evitarse y hablar el uno con el otro lo menos posible.
Incluso, hay parejas que se acostumbran a esta situación con la finalidad de no discutir. Es decir, que prefieren enfriar la relación y no afrontar sus problemas.
Este tipo de convivencia, fría y distante, puede que no provoque discusiones pero, a la larga, una relación así está abocada a una crisis.
No encontráis tiempo de calidad juntos
Las parejas necesitan tiempo de calidad juntas para fomentar la conexión emocional entre ambos y tener la sensación de que en una convivencia también existe espacio para compartir aficiones o, sencillamente, hablar con tranquilidad, expresar las emociones, aflicciones y anhelos de cada uno y establecer metas comunes.
Por esta razón, y a pesar de las dificultades que el trabajo, lo hijos y el resto de responsabilidades plantean en nuestra rutina, es de vital importancia que hagáis todo lo posible para encontrar esos momentos a solas que tanto necesitáis.
No sabéis expresar vuestras emociones
Este es uno de los principales problemas que se tratan en terapia de pareja y un claro detonante de buena parte de los problemas de convivencia en pareja: la falta de comunicación o incapacidad de uno, o los dos, para expresar vuestras emociones.
Cuando la pareja está atravesando un momento de crisis y la convivencia se deteriora, es muy probable que existan emociones bloqueadas que uno, o los dos miembros de la pareja, no están sabiendo comunicar al otro de forma adecuada.
Y este es un matiz importante, nos referimos a la forma adecuada de expresar las emociones. Lo habitual es manifestar nuestro agobio o disconformidad con la rutina desde la agresividad y la acusación, lo que deriva en agravar el problema y mermar la convivencia.
Aprender a expresar las emociones desde el respeto y bajo una actitud constructiva y autocrítica es todo un reto. La buena noticia es que se puede aprender, aunque para ello, y sobre todo para garantizar el éxito a largo plazo, lo aconsejable es acudir a un psicólogo de pareja.
Las cargas familiares os sobrepasan
Este es otro punto muy común que manifiestan las personas que están atravesando una crisis de pareja, sobre todo cuando tienen hijos pequeños.
La crianza de los hijos junto a las responsabilidades laborales de cada uno, suponen un verdadero reto para las parejas. El manejo del estrés que deriva del día a día acaba afectando a la convivencia, lo que en muchas ocasiones termina en crisis.
Aprender a lidiar con las situaciones de nuestro día a día con una actitud positiva suena prometedor pero, en la práctica, y sin las herramientas de gestión emocional adecuadas, terminamos reaccionando desde nuestra parte más instintiva, lo que conlleva no pocos conflictos y una convivencia en pareja problemática.
Consejos para Mejorar tu Convivencia en Pareja
Ahora que hemos definido algunas de las situaciones más habituales que derivan en crisis y problemas de convivencia en las parejas, llega el momento de aportar luz y ofrecer una serie de consejos prácticos que os pueden ser de utilidad para mejorar vuestra situación.
Comunicación constructiva y respetuosa
Como comentábamos anteriormente, la falta de comunicación o una forma agresiva y reactiva de expresar lo que sentimos a menudo nos lleva crear problemas de convivencia con nuestra pareja.
Es importante decir lo que sentimos o lo que nos gustaría mejorar de nuestra vida en pareja desde el respeto y sin culpar al otro.
A menudo mostramos una actitud egocéntrica en nuestras relaciones de pareja, focalizando todos los problemas en el otro sin el más mínimo espíritu autocrítico.
Prueba a pensar en cómo se siente el otro y adopta una actitud colaborativa y centrada en mejorar aquello que está dificultando vuestra relación. En lugar de focalizar el asunto en el problema, intentad hablar de las soluciones.
Las palabras tienen peso y poder y es importante elegir bien lo que le decimos a alguien tan importante en nuestras vidas como lo es la pareja con quien convives.
La importancia de la aceptación
Otro de los pensamientos que a menudo planean en aquellos que sufren problemas en su rutina en pareja es el de pretender que el otro cambie y se amolde a su particular forma de entender la vida.
Vivir en pareja exige por nuestra parte aprender a aceptar a la pareja, incluso con aquellas cosas que a ti te parecen un mundo.
En relación a lo que comentábamos antes respecto a comunicar desde el respeto y sin culpar, también es necesario aceptar los defectos del otro en las pequeñas acciones del día a día.
Aprender a ceder en tus exigencias sobre las pequeñas acciones que completan cada día os ahorrará un sinfín de discusiones y crispación. Poned un poco de vuestra parte para hacer aquellas cosas de las que a menudo os quejáis con actitud voluntariosa.
Se da la paradoja de que, en muchos casos, las parejas discuten por cosas que finalmente uno de los dos va a hacer igualmente. Entonces, ¿por qué no probar a hacerlas con una actitud positiva y sin reproches?
Planificar tiempo a solas
Cuando hablábamos de la importancia de tener tiempo de calidad con tu pareja nos referíamos a esto, a lo importante que es para la buena salud de una convivencia en pareja, principalmente cuando se tienen hijos, reservar tiempo para hacer planes juntos y a solas.
Una buena manera de cumplir con esta práctica tan beneficiosa es planificarlo con antelación. Esto, además, alimenta la ilusión y fomenta una expectativa positiva y de unión en la pareja.
Ya sea para pasar un fin de semana fuera o para hacer planes dentro de la ciudad, aunque sean de lo más sencillo, planificar esos momentos a solas os vendrá realmente bien para afianzar vuestros lazos.
Establecer un orden en vuestra rutina
Igual que comentábamos que establecer un día o fin de semana para pasar tiempo de calidad juntos es una práctica beneficiosa, planificar un cierto orden en las tareas del día a día que os causan conflicto también mejorará vuestra convivencia.
Si buena parte de vuestras discusiones se deben al reparto de tareas, tiempo que dedicar a los hijos, etc. os invitamos a que, en primer lugar, practiquéis la aceptación y cedáis en vuestras exigencias con el otro y, hecho esto, probad a establecer un reparto de tareas ordenado, consensuado y equitativo.
Conclusión
Para finalizar este artículo, queremos afianzar el mensaje de que el éxito de la convivencia en pareja tiene mucho que ver con la capacidad de ponerse en el lugar del otro, aprender a comunicarnos con éxito y ceder en nuestras exigencias.
La vida no gira en torno a nuestro ego, y menos si has tomado la decisión de compartir tu vida con otra persona. A partir de ese momento, aceptaste la imperfección del otro, un detalle que a menudo las parejas olvidan cuando llevan tiempo conviviendo.
El éxito de una convivencia en pareja se basa en nuestra capacidad de adoptar una mirada compasiva y respetuosa con el otro. Con esto no estamos diciendo que es preciso perder tu personalidad, sencillamente os invitamos a adquirir una actitud constructiva y basada en el respeto y la búsqueda de soluciones.
Poner un foco permanente en los problemas sólo los ilumina hasta que esa luz os ciega para ver lo bueno que hay en vuestro proyecto de vida en común.
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Escrito por: Equipo de Redacción.
Fecha: 13.01.2025
Este texto tiene un afán meramente divulgativo e informativo y en ningún caso sustituye un diagnóstico médico realizado por profesionales. Si sientes que tienes un problema o crisis relacionado con tu salud mental, te recomendamos que acudas a un profesional titulado lo antes posible.
